Se propone la construcción de dos torres de alturas diferentes que se erigen en los vacíos entre los edificios de calle Morgan. Su diferente altura (B+8 y B+6) busca una transición de los volúmenes y la lectura del tercer volumen propuesto en EQ-3 de B+1 como una unidad Su forma alargada y su situación en planta, también en una ligera diagonal frente a la calle Morgan, alimenta este mismo propósito.
Se propone una urbanización asociada que se crea en coherencia con la propia imagen del edificio, colocando horizontalmente sobre el suelo la ligera trama tridimensional que aloja las terrazas del edificio, definiendo porches, áreas de juego, de skate, etc.
La propuesta atiende también a la incidencia que la nueva edificación tendrá sobre la calle Morgan, tratando de amabilizar su presencia con una fachada que sigue las mismas premisas con las que se resuelve la de la ría, de la que solo se distingue en la reducción de la dimensión de las terrazas debido a que la protección del sol en esta fachada noreste no es necesaria.