Como en las casas tradicionales japonesas, abiertas y flexibles, todos los “espacios sirvientes” se agrupan en un único “gran mueble” que queda oculto como si de un panel continuo se tratase, dotando a la vivienda de baño, cocina, almacenamiento, ropero, instalaciones, etc.
Los materiales utilizados son madera de roble, DM lacado en blanco liso o ranurado, y chapa de acero negro. Dos estores son los únicos elementos intermedios, que permiten vincular o desvincular según las necesidades los espacios de cocina, comedor, estar, estudio y dormitorio.