CONTINUIDAD Y DISCONTINUIDAD.
Como si de un palimsesto se tratase, el casco viejo de Pamplona, asentado sobre los burgos medievales, se construye a lo largo de la historia como una superposición de textos escritos en diferentes épocas. Más allá de la autonomía de lo construido en cada una de estas épocas, el conjunto histórico ha llegado a constituir algo único, cuyo significado va más allá del de cada una de las diferentes construcciones, consideradas como acontecimientos aislados. Y así, el conjunto de las construcciones de la ciudad vieja de Pamplona constituye una unidad cuyo carácter viene garantizado a partir de una oscilación permanente entre continuidades y discontinuidades.
Y es que, por una parte, la optimización de los sisteas constructivos ,unido a la regularidad en los modos de vivir, ha establecido ,a lo largo de la historia, una natural continuidad de la trama residencial .Mientras que el carácter excepciona lde los edificios singulares ha desplegado un sistema de discontinuidades, que transforma la ciudad de Pamplona en el hermoso conjunto que hoy podemos admirar. De este modo, toda la arquitectura de la ciudad vieja trabaja a partir de esas continuidades y discontinuidades que el tiempo ha construido, y que fácilmente se pueden descubrir en el perfil de la ciudad, donde la trama continua del sistema de edificios residenciales de la ciudad se ve cualificado por la excepcionalidad de una constelación de cúpulas, torreones y linternas, que suelen tener su opuesto volumétrico en los vacíos de los claustros y los patios. La presente propuesta para la rehabilitación del conjunto de las Salesas ,situado en el límite sur-oeste de la ciudad histórica, vuelve a ser un nuevo texto que se escribe sobre lo existente, construyendo otro nuevo palimsesto que trabaja con las mismas reglas de continuidad y discontinuidad que tiene la ciudad histórica.
CLAUSTRO Y MIRADOR.
Si bien la propuesta trata de ser absolutamente respetuosa con el edificio existente ,estableciendo estrategias de continuidad con la estructura original, este es transformado al insertar dentro de él un nuevo programa totalmente diferente del original, que reclama la aparición de soluciones singulares que suponen ,en cualquier caso, discontinuidades .Soluciones singulares que, por coherencia con el hilo de la historia, deben ser materializadas con arquitecturas de nuestro tiempo, desde una actitud optimista que reclama no solo pensar en qué presente queremos dar a nuestro pasado, sino que también pensar en qué futuro queremos para nuestro presente.